Esta enseñanza es válida para todos nosotros. A menudo nos distraemos con cuestiones secundarias o rumores infundados, olvidando lo esencial: caminar en pos de Cristo con amor y obediencia inquebrantables. Él es el único que debe vivir el centro de nuestra existencia.Por eso, el mandato de «Id al mundo impávido y Proclamad en Evangelio a toda